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jueves, 10 de febrero de 2011

letra en español Staind Tangled Up In You

Tormenta.


Hay una ausencia de ti en mi piel, tan concurrida. Tan besada por soles, que hoy anochecen.
Hay una sobredosis de ti en los recuerdos, tanto que la memoria reclama tu silencio y tu música, para desvestirse de ti y desnudarme.

Dejamos de vernos tan sólo unos instantes, instantes que son la similitud de la eternidad; y parece que la distancia ha conseguido alejarte tanto, que no logro verte en ningún lugar, sin embargo, te veo en todos, en cada uno de los espacios de mí y los ajenos. Eres el espejismo más constante que tengo. El único.

Habítame para poder existir. De lo contrario, sólo hay desierto, un gran y desolador desierto. Desierto de ti en los ojos, en la piel, en el alma, en los huesos, en la música, en la vida, en mi vida.

La tormenta eléctrica ha empezado y tus brazos no están para resguardarme. Así todo es más frío, más doloroso y más estrepitoso. Caen los rayos y los relámpagos son la única luz de esta noche.

Hay algo en la lluvia que me fascina, un idioma indescriptible que me seduce, es como si fuera parte de mí o más bien, yo parte de ella. Pero esta noche sin tus ojos, se humedece mi alma, antes que mi cuerpo.

Quisiera estuvieses aquí, incluso caminaría sin sentir miedo, ni nostalgia, ni reclamos, ni vacío. Si tú estás aquí, todo puede derrumbarse y yo seguiré de pie. Pero si no estás, el mundo puede estrenar todas sus alegrías, y nada importa.

De fondo siento los truenos y la melodía de la lluvia, que parece taladrar tu ausencia a mis huesos. Pegar tus besos a un kilómetro de mí e invitarme a buscarlos, tropezaría con años de tu tristeza y no importaría con tal de verte. Nada me importaría, con tal de existir en ti. Con tal de que tú estés esta noche para mí.

domingo, 6 de febrero de 2011

Realmente desconozco el lenguaje de los muertos...

Soy una grieta envuelta en silencios
Donde rumorea un idioma de despojados, un idioma indescriptible
De arrullos, de miradas, de terciopelo
De estrellas lejanas
De horizontes
De momentos
De gritos
De respuestas que no llegan
De noches
De ti.

No sé cómo nombrarte.
Cómo traerte de vuelta al abrazo de niña.
Cómo mostrarte a la mujer.

Alguien me ha dicho que tengo tu sonrisa.
Hay tantas cosas que olvidé.
Tantas otras que jamás supe dejar de recordar.

Una cinta vieja da vueltas
Y tus ojos siempre dan la impresión de seguirme.
Aunque duela tanto la certeza de que ya no me miras.

Si pudiese elegir
Te volvería a abrazar
Buscaría en ti, la caricia de los días felices
De los días de paz cerquita de tu vida.

Tu muerte me quitó todo.
Me arrebató de los brazos
Sin siquiera preguntar
La compañía que coloreaba de soles mis ojos.

Te fuiste y en tu lugar
quedó un vacío
donde aún sangran las gotas de tu nombre.

Tus manos que me guiaban
Se llevaron el mapa
Y me quedé tan pérdida, como absorta.

No quiero hablar de lo que siguió después.
Quizás jamás lo sepas
Ya no estabas para abrazarme.
Quizás ya lo sepas.
Y el mundo estrenaría un sol para mis ojos
Al sentirte cerca
Acunando el dolor, en tu hermoso ser.

Sin embargo, no puedo.
No estás y esa es la verdad que más me duele.
Después de ti
Sólo una ráfaga de crueldad
Me cruzó los ojos
Y la vida.

Busqué tus ojos
Tu sonrisa
Tu abrazo
Pero ya era demasiado tarde.
Suena a reproche
Y quizás mucho tiempo lo ha sido…

Pero, te amo
Y jamás te olvido.
Sin embargo, reitero
realmente desconozco el lenguaje de los muertos...

A los ojos que extraño cerquita de mí, los de María, mi abuelita.

Bienvenido (a)

Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.

Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.

Un abrazo,


Fran Joan Violet