Verte...
Los ojos y su ráfaga de olvido
el pintor que se llevó tus colores
la habitación y su hálito de frío...
Las sombras constantes
El murmullo de olas, rompiendo
en la arena que conserva el ayer…
Tantas hojas cayendo
Tantas cenizas muriendo…
Se escondían dolores
Cual pájaros que huyen
Entre tanta ola…
Entre tanta tristeza vestida de océano…
Entre tanta sal con olor a soledad…
El corazón y su lluvia de viento...
Verte...
Entre la niebla que han dibujado las cadenas
Entre las lágrimas que se esconden en la arena…
La brisa traspasando el cuerpo vacío
Las velas al fondo de los ojos
muy lejos, muy callada…
El gris de una mirada
El silencio austero de consuelo
Ávido de gritos y desiertos…
Un adiós marchito en las entrañas
Una isla en el fondo del corazón
Donde muere ella, donde sangra ella…
Los latidos de la rutina
Parecen los del reloj olvidado.
Las telarañas y las ruinas
Las lágrimas que lastiman
Y parece que ya, no calman nada…
La noche entera golpeando su cuerpo
Arañando heridas
El humo del cigarro, que adormece
La vida…
Desolada…
Camino descalza y desnuda, entre el jardín de rosas ensangrentadas que ves, muriendo un poco menos, viviendo un poco más... Dejando lágrimas, en busca de esperanzas... Tiñendo desvelos que buscan caricias para el alma, entre olor a café, hojas de otoño, lluvia nostálgica, y desgarros del silencio, que me hacen delirar en poesía!!!
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Bienvenido (a)
Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
Los latidos de la rutina a veces son dolorosos, precioso poema Fran, precioso
ResponderEliminarUn beso grandote
Ana
Gracias, Anita!
ResponderEliminarCariños, muchos!!!