Arráncamelo de los ojos...
Sálvame de la prisión de sus brazos.
Corta las cadenas que asesinan mis pies.
Estoy colgada del árbol de sus besos
cuyas flores se desvanecieron
y yacen entrerradas en recuerdos de tierra
que abrazo contra mis esperanzas, sin brazos.
Muérdeme los sentidos!
La noche es muy larga
y sabe, a su boca...
Grietas
vidrios...
Mata al asesino de todo lo que fui
y bésame
Déjame morir libre...
No me ates a ti
no puedo amarte.
Vi morir ojos
y sentí como mis alegrías caían
en una habitación con olor a inocencia mutilada
mientras temblaba
y mi cuerpo, el cuerpo que sangraba y dolía
seguía de pie
desnudándose
mientras penetraba el sabor del miedo
por toda su desesperación...
Libérame de la sangre que me ahoga...
Camino descalza y desnuda, entre el jardín de rosas ensangrentadas que ves, muriendo un poco menos, viviendo un poco más... Dejando lágrimas, en busca de esperanzas... Tiñendo desvelos que buscan caricias para el alma, entre olor a café, hojas de otoño, lluvia nostálgica, y desgarros del silencio, que me hacen delirar en poesía!!!
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Bienvenido (a)
Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
Son muy duros tus poemas, no puedes amar, pero te duele ese amor porque estás prendida a él en Alma y vida, conozco esa sensación.
ResponderEliminarUn beso
Un abrazo Ana, muchas gracias!
ResponderEliminary duros, intensos, llorones, porque a veces es mi única forma de llorar jaja, en fin, tuyos!
Cariños!