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domingo, 7 de noviembre de 2010


Tu boca carga el silencio
Más profundo y triste
Que puede esconder la vida.
Tus ojos gritan y lloran
Posados a los lejos
Enredados en la lejanía.

Sueños grises
Quebrantando los huesos.
Adioses que jamás se escucharon.
Una lluvia irrumpe en pleno desierto.

Sólo quieres unas manos
Para pintar los sueños.

Deambulas en tu insomnio
Y se arropa aún más el vacío.
Se quiebra un nuevo recuerdo
Y los cristales lastiman
Sangra el silencio
los puntos y las comas
Ya no se nombran.
Y entre las rendijas
Se siente tu silencio
y se cuela la sangre.

Un jarro cae al suelo
todas las flores estaban marchitas
el agua sigue un recorrido
dibujado por el olvido
y cae al abismo
gota a gota
tocando los recuerdos...
gritando, porque en el fondo
aunque sea la única forma
aún lo quieres dentro.
 
Cenizas
llanto
silencios

Un concierto de dolores 
ante la tristeza de quien vio partir...
Un vacío entonado
en un violín...



2 comentarios:

  1. que triste suena a veces la musica de un violín, suena como un lamento, tambien el violín sabe llorar. Precioso poema, siempre te leo, aunque no deje por aqui el comentario, ando un poco liada, muchos besos preciosa

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  2. Mi Anita querida, así es, el violín sabe llorar...
    Un abrazo enorme, muchas gracias por todo, besitos y cariños!!!!!

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Bienvenido (a)

Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.

Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.

Un abrazo,


Fran Joan Violet