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jueves, 16 de diciembre de 2010

Azul.
Azul la habitación entera
incluso con los ojos cerrados.

Azules los silencios.
Azules las cartas.
Azules los minutos.
Azules los muertos.

El mar entra por los costados abandonados
del equipaje vacío de mi vida
pero... el mar no es azul.
No del todo.

Tampoco las cenizas
Tampoco la tristeza
Las cenizas tienen el color del olvido
y la tristeza es blanca
¿blanca?
sí blanca, como los días de lluvia.
Como la suma de todos los colores
Como la suma de toda la vida.

Pero hoy todo es azul.
La noche que grita negra, azul.
La tristeza del corazón, azul.

Mi último llanto, azulado.
Mi conciencia, azulada.
Los matices de la pena, azules.

Mi miedo, azul.
Mis gritos, azules.
Mi poema, azul.
Mi vacío en el alma, azul.

Los espacios vacíos de mi vida, azules.


Me desmorono frente al azul puro
De los silencios jamás pronunciados
Y de la música nunca entonada.

6 comentarios:

  1. precioso Fran este poema de colores, un beso grandote

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  2. lindo poema
    Muy bueno tu blog te recomiendo el mio es sobre bandas emergentes con reseñas de artistas, fechas, discos para bajar, Sellos todo muy independiente
    http://pulpovariete.blogspot.com

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  3. Muchas gracias, Anita! Un besito gigante,Fran.

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  4. Azules son tus versos como roja es la tinta que corre por tus venas.

    Blanca es la tristeza que recorre las noches como negro es el silencio que oculta las palabras del medio día.

    Verde es la esperanza que renace cada primavera como gris son las hojas de los recuerdos del árbol caduco.

    Me ha encantado tu rinconcito, todo lo que he visto y lo que más, sin desmejorar nada, la radiografía de tu perfil.

    Saludos.

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  5. Acróbata de esperanzas, muchas gracias por pintar una ilusión colorida en mis ojos.
    Eres bienvenido con los brazos abiertos, cariños, Fran.

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Bienvenido (a)

Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.

Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.

Un abrazo,


Fran Joan Violet