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viernes, 8 de octubre de 2010


Siento que algo me falta,
como si un pedazo de mí se hubiese desvanecido.

Las hojas de mi árbol, se han ido.
El otoño es tan permanente
cuando alguien te falta
pareciera de pronto que eres tú la que te falta,
porque la desnudes se vuelve un detalle de la lejanía.

Qué viaje más letal a la herida, fue verte.
Gritar enmudecida de dudas: tu nombre adherido a mis labios
como el último de tus besos...
Salir corriendo detrás de tus ojos, sólo para volver a verlos
eso quise... Correr a tu cuerpo
al encuentro mudo de la música
y ahí estuve, clavada a mi asiento
sin moverme
sin atreverme...

Sentí que estaba en la arena
y que el último barco, se marchaba
con lo que más amaba...
tan lejos y tan de prisa...

¡No te vuelvas a ir!
Lo siento, verdad que aún no has vuelto
verdad que no has de volver...

Comenzó a llover
con tus ojos enredados en mis nubes.

2 comentarios:

  1. Una rosa fresca escribe con las letras húmedas de la pasión y la melancolía; aunque la flor de la imagen este seca y caida, tus palabras la devuelven a la vida.
    No hay nada que oculte el aroma de tus escritos.
    Abrazos

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  2. Un abrazo enorme, muchísimas gracias, por tan lindas palabras... Con mucho cariño, Fran.

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Bienvenido (a)

Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.

Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.

Un abrazo,


Fran Joan Violet