El viento abrazaba mis murmullos, el café se derramó entre heridas moribundas,los espejos se vinieron abajo, vidrios. El ruido era tan profundo como el silencio mismo. Tu imagen se desvanecía frente a mi vida, tu olor quedó en mis manos, en mi cama, y en la soledad que se apodera de mis horas...
Violines, se me estremece el cuerpo cuando la madera llora. Piano, me desplaza en los acordes, se apodera de mi cuerpo, y hace tambalear mi alma. Más ruido, más silencio, más violines, más piano... Y la lágrima que gritaba en tus ojos, la que se quedó en los míos, es lo único que escucho, es lo único que me envenena la piel. Caigo ante los vidrios, y me sangran recuerdos...
Viento, lluvia, hojas, soledad y más recuerdos...
Camino descalza y desnuda, entre el jardín de rosas ensangrentadas que ves, muriendo un poco menos, viviendo un poco más... Dejando lágrimas, en busca de esperanzas... Tiñendo desvelos que buscan caricias para el alma, entre olor a café, hojas de otoño, lluvia nostálgica, y desgarros del silencio, que me hacen delirar en poesía!!!
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domingo, 7 de febrero de 2010
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Bienvenido (a)
Como los primeros rayos del sol, al amanecer, medio tímidos tocando el cielo entre sus brazos... Así puede que me sienta, dispuesta a abrazarte con lo que más amo hacer, escribir.
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
Muchas gracias por estar aquí, entre mis sueños y desvelos.
Un abrazo,
Fran Joan Violet
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